TDAH, ¿trastorno o moda?
Beatriz Serrano GarridoTanto estos niños como sus familias sufren, optando en muchas ocasiones por la medicación como única solución. En el caso de la hiperactividad, no me estoy refiriendo a esta como resultado de lesiones cerebrales, causadas durante la gestación o el parto.
No escribo sobre una patología, sino sobre las llamadas «disfunciones», es decir, comportamientos que no se ajustan «a lo que se espera o se considera como normal».
Hablamos de niños que antaño se calificaban como «culo inquietos» (hoy TDAH) y de los que siempre están «en la luna de Valencia» o «a por uvas» (los TDA).
Este libro, no va dirigido a las familias que viven en primera persona este trastorno. El TDAH, como veremos a lo largo de este libro, tiene un componente genético. Es algo muy serio y, en ocasiones solo se mejora con medicación. Sin embargo, he comprobado que muchos niños medicados no padecían ese trastorno. Una línea muy estrecha divide al conjunto de niños que padecen TDAH, del conjunto de niños que no lo padecen.
Mis referencias serán en masculino, en algunas ocasiones, por comodidad, sin que por ello menosprecie, en ningún momento al género femenino. (A los escrupulosos del tema les diré que más de la mayoría de los supuestos TDAH, son varones).
Ocurre, que a lo largo de los diez últimos años, pero sobre todo a partir del 2010, los casos en las aulas de niños medicados por este trastorno es alarmante, y por experiencia puedo decir que aproximadamente el 90% de ellos no lo padecen.